¿Qué país está haciendo más en la lucha contra el cambio climático?
¿Quién está haciendo más en la lucha contra el cambio climático? En la semana decisiva de la Cumbre del Clima que se celebra en Bonn las organizaciones Climate Action Network (CAN), New Climate Institute y Germanwatch presentaron el Índice de Acción Climática -en el que han colaborado más de 300 expertos- donde ponen cara y nota a lo que están haciendo 56 países más la Unión Europea en su conjunto, que representan el 90% de las emisiones globales. Si bien ninguno de los países analizados hace tanto por el clima como para colarse en los tres primeros puestos, que quedan vacantes, el análisis revela que la transición energética global está cogiendo velocidad, aunque ningún país está haciendo aún lo suficiente.
Después de una década de rápido crecimiento, se aprecia una fuerte disminución en las tasas de aumento de las emisiones globales de CO2 en los últimos años y un desarrollo de las energías renovables y uso eficiente de la energía para algunos países, pero también hay una falta general de objetivos ambiciosos y una implementación insuficiente para un sistema compatible con el camino que marcó el Acuerdo de París. «Vemos un fuerte compromiso con los objetivos climáticos globales del Acuerdo de París en materia de diplomacia climática internacional, pero ahora los países tienen que entregar medidas específicas que desglosen sus compromisos a nivel sectorial», afirma Jan Burck, de Germanwatch y uno de los autores de este informe.
«Seguimos viendo desarrollos muy positivos con respecto a las energías renovables y la eficiencia energética», añade Stephan Singer, de la Climate Action Network (CAN). El diagnóstico es claro: Los datos muestran un crecimiento alentador en energías renovables, precios cada vez más bajos para la energía solar y eólica y éxitos en el ahorro de energía en muchos países. «Esto fue lo que ha provocado la estabilización de las emisiones mundiales de CO2 procedentes del sector energético en los últimos tres años. Pero el progreso es demasiado lento para alcanzar una economía mundial basada solo en energías renovables en unas pocas décadas, porque el creciente consumo de petróleo y gas es más alto que la reducción que se está dando en el uso del carbón», dice Singer.
A buen ritmo
Con desarrollos comparativamente positivos en energías renovables y emisiones per cápita, Suecia ocupa el cuarto lugar en el ranking de este año. Un nivel relativamente bajo de emisiones y una tendencia al alza en energía renovable son las razones para el quinto puesto de Lituania. Con buena nota en las políticas y metas relativamente altas para 2030, Marruecos aterriza en el puesto seis, seguido de Noruega. India, por su parte, ocupa el puesto 14 con niveles aún bajos de emisiones per cápita. China, sin embargo, con sus altas emisiones y un uso creciente de la energía en los últimos cinco años, todavía ocupa el puesto 41, aunque podría mejorar en los próximos años con las políticas que está poniendo en marcha para eliminar el carbón y promover la energía renovable y la movilidad eléctrica.
Alemania (puesto 22) ha puesto mucho esfuerzo en la diplomacia climática internacional y el compromiso global con la acción climática. «Los objetivos de Alemania a medio y largo plazo son relativamente fuertes, pero el último gobierno no logró brindar medidas concretas para reducir las emisiones de manera efectiva a nivel nacional. Alemania muestra un desarrollo relativamente bueno de la energía renovable en el sector de la electricidad, pero el país no está en absoluto en camino de alcanzar su objetivo 2020. Es absolutamente crucial que las negociaciones actuales de la coalición lleguen a un acuerdo sobre la eliminación del carbón y se inicie una transición en el sector del transporte», apunta Burck.
Por primera vez el Índice de Acción Climática analiza las medidas de la UE en su conjunto, y le asigna el puesto 21. Para Wendel Trio, directora de CAN Europa, la UE tiene fuertes compromisos en el Acuerdo de París, «pero evita la acción climática en casa. La UE necesita pasar de las palabras a la acción y comprometerse con recortes de emisiones más ambiciosos».
España, a la cola
España ocupa el puesto 38. «Hace años estábamos en un buen camino, pero los últimos gobiernos han acabado con la naciente industrialización de tecnologías renovables», dice a ABC Josep Puig, del Grupo de científicos y técnicos por un futuro no nuclear. A su juicio, para salir de este puesto tan malo, España «tendría en primer lugar que dotarse de una ley de cambio climático y respetarla». Por sectores, Puig apuesta por «empezar programas de desfosilización del transporte; dejar de subvencionar el gasóleo agrícola y en su lugar desarrollar toda la gama de biocombustibles para autoabastecer el sector rural, creando una economía al servicio de las zonas rurales que podría servir también para luchar contra la despoblación del medio rural, y ser ambicioso y caminar hacia el 100% renovable en todos los sectores lo antes posible. Es una cuestión de voluntad política», afirma.
Estados Unidos, habiendo anunciado retirada del Acuerdo de París y desmantelado la legislación climática más importante del gobierno anterior, se encuentra entre los últimos cinco puestos de la clasificación (puesto 56). Además de una evaluación muy baja de sus políticas, el nivel de emisiones y el uso de energía del país son considerablemente demasiado altos para estar en línea con una senda muy por debajo de 2°C. Los tres últimos puestos son para Corea (58), Irán (59) y Arabia Saudí (60).
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